"Ahir/demà". I despús demà?

      Despedimos este blog, con un documental que muestra de forma práctica cómo la dramatización, además de ayudar en el aprendizaje vital de unos adolescentes, puede colaborar en su integración social. Así lo han demostrado los miembros de la compañía de El Pont Flotant, Pau Pons y Jesús Muñoz, al desarrollar un taller de teatro con los adolescentes del Centro de Recepción de Menores de Bunyol, València. Este es un claro ejemplo de los beneficios de la dramatización, en esencia como medio expresivo (según Fernando Bercebal). Allá donde había una traba con el idioma, un choque cultural y una situación de impacto emocional, el lenguaje del teatro ha hablado alto y claro. "El teatre és una altra manera de relacionar-te", Muñoz (2018). Como nos refirió la propia Pau Pons, en el coloquio que mantuvimos dentro de la asignatura, tuvieron que lidiar con la demora que conlleva una traducción simultánea, el choque cultural que supuso que Pons fuera una mujer, una situación delicada en la que unos menores han abandonado familia, hogar y país en unas condiciones violentas y de riesgo, sin olvidar el hecho, de que ya de por sí, trabajar con un grupo de adolescentes es complejo.


     A pesar de todo lo mencionado, en solo dos meses y medio de taller, no sólo lograron que los adolescentes se expresaran y tomaran el gusto por el teatro, sino que co-crearon, montaron y presentaron una muestra, llamada La clase encendida. Creo que todo esto ha sido posible, gracias a los más de veinte años de experiencia que respaldan a Pons y a Muñoz, entre dramaturgia, docencia y co-creación escénica con colectivos ajenos al teatro. Por otro lado, creo que también ha sido posible hacerlo en tan poco tiempo y bajo semejantes circunstancias complejas, debido a la forma de crear que tiene El Pont Flotant. Pues parten del cuerpo y de lo personal, usan recursos escénicos sencillos y emotivos, fáciles de realizar y de sentir, y la palabra es coloquial y parte del o de la intérprete. Y por último, creo que el hecho de que a los propios adolescentes no les preocupara demasiado salir a escena o que no tuvieran expectativas del resultado, como algunos de ellos dicen en el documental, ha facilitado el proceso. Y es una lección de humildad, de desapego y de libertad a la hora de subir a escena, la que aprendo.

"Ponerme delante del público no me importa,
es quitarse la timidez y poner otra cosa"
                                                  menor (2018).

     A nivel social, El Pont Flotant ha hecho una labor muy importante y necesaria. Para lo cual creo que ha sido fundamental, que tanto de parte de los responsables como de los propios adolescentes, se diera la oportunidad a que el taller se concretara en una creación y se mostrara. Porque en un primer nivel, creo que lo que han realizado se podría considerar como pedagogía de emergencia, ya que ha abierto un medio de expresión y canalización para una situación de impacto sufrida por los menores, una vez sus necesidades básicas ya estaban cubiertas. Y en un segundo nivel, ha ofrecido una vía de comunicación y entendimiento a la población de Bunyol, actuando de nuevo como medio de canalización ante la situación de impacto que suponía para la población recibir un Centro de Recepción de Menores. Para mí, esta es la razón de ser del teatro, ser humano.

      En algún futuro de pasado mañana, me gustaría estar capacitada para realizar este tipo de proyectos y seguir este ejemplo; para lo cual  hago consejo las palabras de Pons cuando dice: "Trobar què els atrapa més, els interessarà el que els proposem?". Y me guardo lo que Muñoz recuerda de los comienzos: "Al principi era dur, però per uns segons veies una llum i només per això ja valia la pena seguir". (2018).

* Videografía

Ahir/demà (Dir. Raúl Riebenbauer). 2018. El Pont Flotant. Bunyol, València. Recuperado en mayo 2020 de: https://vimeo.com/257601917

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