Acaso, la mariposa de María...

 

     Me ha parecido muy interesante como María Acaso convierte la docencia en algo atractivo, sugerente, con su forma de hablar sobre educación. Aunque creo que es importante situar las metáforas que emplea en su contexto. La visión del maestro como Dj (Acaso, 2015) me ha parecido de lo más acertada y eficaz, no obstante, el símil de hacker me ha causado rechazo. Entiendo que su uso, por parte de Acaso, pueda ir encaminado a acortar el salto generacional o, como decíamos, a convertir en sexy la figura del profesor. Pero creo que puede ser una analogía peligrosa, pues toda arma conlleva la defensa tanto como el ataque y posicionar la figura de la maestra en una posición de defensa, contra la institución que la sostiene, no me parece la actitud más adecuada para trasponer sistemas clásicos por otros más innovadores. Una actitud de defensa supone un ataque para quien no es consciente que estaba atacando y complica las vías de entendimiento y comunicación. Además, de que ese "éticamente" (Acaso, 2015) que el docente haga lo que vea para saltarse la institución me lleva a preguntarme: ¿y si un profesor es xenófobo y se salta el sistema porque cree que su ética xenófoba es la que debe enseñarse?

     Estoy de acuerdo con todo el contenido que transmite Acaso, no así, con sus formas. Cuando una persona hace volar una mariposa, por bella que sea, en un lugar, puede estar originando un huracán en otro lugar sólo por la forma en la que la echó a volar; huracán que puede acabar con la incipiente mariposa misma que una echó a volar. "Stalinismo amoroso" (Acaso, 2015). Me sorprende escuchar hablar en estos términos a esta profesional. Me parece que en este aspecto, ella misma podría analizar la pedagogía invisible que esta poniendo en marcha. El valor de las palabras, la asociación de imágenes que el oyente realiza inconscientemente al escucharlas. Creo que las formas, el continente, el paquete, debe de ser cuidado con sensibilidad si una quiere que el contenido llegue a buenos oídos. La forma de expresarse dice mucho sobre la persona, de igual forma que la pregunta comunica más información sobre quien la formula que sobre quien la responde. Son nociones básicas de psicología que creo que una gran comunicadora como Acaso debería poner en funcionamiento. Es una lástima y este post es la mejor de las pruebas, porque en lugar de estar reflexionando sobre los conceptos maravillosos que me ha ofrecido, aquí estoy, reflexionando sobre sus formas. Y lo hago porque creo que es fundamental la forma en la cual se expresan las y los docentes, precisamente porque es una de las vías de actuación de sus pedagogías invisibles.


     Sobrevolando lo anterior, escuchándola he sentido ilusión y esperanza por el futuro de la docencia. La desaparición de jerarquías, las nuevas clases de flujo en el traspaso de la información (del alumnado al docente y entre el alumnado), la desaparición de los exámenes promocionando la investigación, descentrando la evaluación del docente al alumno y la alumna (como gran ejemplo encontraríamos "La mariposa de Austin" que enfoca la evaluación en el proceso individual involucrando la mejora a través de la crítica constructiva de sus compañeras y compañeros), el arte en la educación, el cambio de paradigma en la figura del profesor: innovador, flexible, creativo, crítico, productor cultural...; el desaceleramiento de los tiempos de enseñanza, los nuevos proyectos pedagógicos que se están planteando como alternativa al sistema público... (Acaso, 2015). Todo me parece apasionante y no puedo estar más de acuerdo. Estos conocimientos me han llevado a desear dedicar más tiempo a la docencia.

     Respecto a los horarios establecidos (Acaso, 2015), ya cuando estudiaba en secundaria llegó a mí el dato de que la forma más eficaz de estudiar es en periodos de tres horas, con un descanso de cinco minutos a la hora y media. Porque este es el tiempo de máxima atención, concentración y asimilación de información por parte del cerebro. Luego no entiendo por qué a día de hoy, dos décadas después de que recibiera esta sencilla información, no se ha usado para organizar los horarios en las instituciones de enseñanza. Entiendo que los horarios del estudiante giran entorno al laboral, pero es que a lo mejor España debería replantearse estos últimos también. Un estudio declaró que a pesar del gran número de horas que los españoles dedicábamos al trabajo en comparación con otros países de Europa, éramos de los menos eficientes. Está claro que la idiosincrasia de cada cultura conforma su forma de organizar el tiempo, pero a la vista de los resultados, tal vez sería hora de replantearse ciertos cambios.

     Por último, la mariposa que dibuja Acaso en el documental, de nuevo se percibe mejorable en sus formas cuando  hace referencia al TDH (Acaso, 2015). Creo que es posible que el aumento del ritmo en la vida de los menores, tanto a nivel escolar como social, así como sus formas de entretenimiento, donde el ritmo de juego y de consumo también se ha visto acelerado (hoy día pasas un rato con una menor y parece que sean intolerantes no sólo a la lactosa sino al aburrimiento también) hayan provocado la aparición de nuevos trastornos, como podría ser el caso del TDH. Pero de ahí a decir que no existe... Me parece un comentario desafortunado, que más allá de que pudiera ser cierto o no, no ayuda a congraciarse con quien precisamente ha de trasponer la situación. Y ella misma debería escuchar las críticas de su entorno cuando afirma que necesita poner en contexto sus propias palabras porque han sido mal interpretadas. Si Acaso, la mariposa de Austin conociera, a lo mejor podría seguir dibujando la suya propia hacia la "rEDUvolución" que ella misma confiesa que desea para la educación pública.

* Videografía:

Charla digital con María Acaso (2015). FAD y BBVA: Acción Magistral. Recuperado en marzo de: https://youtu.be/ld_X13DG800.

Entradas populares de este blog

Sistema educativo en Singapur: el país de la educación

La creatividad puede salvarte la vida; ¿y la educación?

"Ahir/demà". I despús demà?